Estados Unidos
Nueva YorkBrooklyn, The Bronx, Queens y Staten Island
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Nuestra visita a pie por el distrito de Brooklyn nos llevó solamente por la zona del puente del mismo nombre. A un lado y a otro del puente hay sitios donde disfrutar de una magnífica vista del sur de Manhattan. Al oeste del puente se encuentra Brooklyn Heights, una tranquila zona residencial con un agradable paseo fluvial desde el que disfrutar de la vista de los rascacielos del Lower Manhattan.
Junto al puente hay una pequeña explanada que suele estar llena de turistas haciéndose fotos. Hay también una popular heladería ubicada en una antigua estación de bomberos.
Entre el puente de Brooklyn y el de Manhattan se halla DUMBO. El nombre que recibe esta pequeña zona es simplemente el acrónimo de Down Under the Manhattan Bridge Overpass. Desde ahí también hay una bonita vista del downtown de Manhattan, con el añadido de que el puente de Brooklyn sale también en la foto.
De las cosas que hemos hecho en nuestras dos visitas a la ciudad, atravesar el puente colgante de Brooklyn ha sido una de ellas. Ambas en el mismo sentido (de Brooklyn a Manhattan), aunque una vez por la mañana y otra por la noche. La vista es sensacional desde el puente.
Hasta aquí llegaría nuestras visitas a pie por los diferentes distritos de Nueva York. Al principio de nuestro relato comentábamos que nosotros habíamos visitado los cinco distritos. Ha llegado el momento de explicarlo.
Hay una excursión muy popular entre los turistas que se llama Contrastes de Nueva York. La ofrecen muchas agencias de viajes, incluso con guía de habla hispana. La excursión se basa en la premisa de que Nueva York es mucho más que Manhattan. Y en nuestra segunda visita a la ciudad decidimos contratarla. Suelen ofrecerla tres o cuatro días diferentes de la semana, pero nosotros queríamos hacerla un sábado.
Nos citaron a las ocho de la mañana en un punto de encuentro que nos indicaron en la agencia. Allí nos subimos en un pequeño autobús y comenzamos la visita. El guía era un mexicano que durante todo el trayecto no paró de contarnos sobre diferentes aspectos de muchas de las distintas comunidades que viven en Nueva York.
Salimos hacia el norte atravesando la isla de Manhattan hasta llegar al Bronx. Este distrito es el único que no es una isla de los cinco que componen la ciudad. Allí, nuestra primera parada fue junto al estadio de los Yankees.
Hay una excursión muy popular entre los turistas que se llama Contrastes de Nueva York. La ofrecen muchas agencias de viajes, incluso con guía de habla hispana. La excursión se basa en la premisa de que Nueva York es mucho más que Manhattan. Y en nuestra segunda visita a la ciudad decidimos contratarla. Suelen ofrecerla tres o cuatro días diferentes de la semana, pero nosotros queríamos hacerla un sábado.
Nos citaron a las ocho de la mañana en un punto de encuentro que nos indicaron en la agencia. Allí nos subimos en un pequeño autobús y comenzamos la visita. El guía era un mexicano que durante todo el trayecto no paró de contarnos sobre diferentes aspectos de muchas de las distintas comunidades que viven en Nueva York.
Salimos hacia el norte atravesando la isla de Manhattan hasta llegar al Bronx. Este distrito es el único que no es una isla de los cinco que componen la ciudad. Allí, nuestra primera parada fue junto al estadio de los Yankees.
Como era temprano los alrededores estaban muy tranquilos, pero el guía nos comentó que en día de partido aquello es un maremágnum de gente. Las tiendas de los alrededores estaban todas cerradas, así que pudimos ver los cierres metálicos con grafitis de las caras y nombres de jugadores (suponemos que) del equipo local.
Bajamos del autobús a hacer unas cuantas fotos para continuar hasta la comisaría 42, legendaria porque salía en una famosa película de los años ochenta protagonizada por Paul Newman, cuando esa zona era la más peligrosa de toda la ciudad.
La siguiente parada fue para ver un pequeño mural en el que salían retratados cinco personajes procedentes de familias humildes que llegaron a ser muy relevantes en la historia: Nelson Mandela, Barack Obama, Colin Powell, Martin Luther King y Sonia Sotomayor.
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Esta mujer, que ha llegado a ser juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, es además oriunda del Bronx, lo que en ese lugar le confiere un mayor protagonismo.
Volvimos a parar junto a otro mural, este realmente original. Sobre las letras de The Bronx habían dibujado escenas típicas de la vida cotidiana de ese distrito. Parece que en ese peligroso barrio son muy dados a pintar grafitis.
Salimos del Bronx y llegamos a Queens, el distrito más grande de la ciudad. Atravesamos el barrio Malba, una de las zonas más exclusivas de Queens, lleno de elegantes casas con jardín, hasta alcanzar Flushing Meadows. Este parque, el más grande Nueva York, es conocido porque alberga las instalaciones donde se celebra el Open USA de tenis. Paramos junto a la Unisphere, una enorme estructura metálica que representa el planeta Tierra.
Desde aquí fuimos al barrio latino de Queens. Allí nos bajaron del bus y nos dieron tiempo libre por si queríamos aprovechar para comer o beber algo. En este barrio todo estaba en español. Era como estar en un país hispanoamericano. Aprovechamos para comer unas tortas dulces de maíz que estaban muy ricas. De vuelta al bus, pusimos rumbo a Brooklyn. De camino por la autopista tuvimos ocasión de ver una panorámica curiosa: en primer término unos cuantos cementerios y al fondo el skyline de Manhattan.
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En Brooklyn fuimos a Williamsburg, donde habita la comunidad más grande de judíos ortodoxos de la ciudad. Este barrio está lleno principalmente de la rama ortodoxa jasídica radical. El motivo por el que quisimos hacer esta excursión en sábado fue porque es el día de la semana en que los miembros de esta congregación se ponen sus mejores galas y van a la sinagoga (Sabbath), por lo que las calles suelen estar bastante concurridas. Nos bajamos del bus y estuvimos caminando un poco mientras ellos iban y venían sin hacernos caso. Suponemos que están acostumbrados a ver turistas por su barrio.
Fue la última visita del tour antes de volver a Manhattan. Como se ve, pasamos más tiempo subidos en el autobús que haciendo fotos, pero el aliciente de esta ruta es puramente cultural. Especialmente si se tiene suerte, como fue nuestro caso, y el guía es una persona con muchos conocimientos sobre los diferentes aspectos del crisol de culturas que conforman la ciudad de Nueva York.
Por último nos queda Staten Island. En este distrito estuvimos en nuestro primer viaje. El trasbordador que conecta Manhattan con Staten Island es gratuito, y nosotros aprovechamos una tarde esta circunstancia para subirnos y poder ver un poco más de cerca la estatua de la Libertad, pues sabíamos que la excursión a la isla donde se encuentra este monumento no vale la pena. Así que ese trayecto de ida y vuelta hizo que, aunque por poco tiempo, pusiéramos los pies en esa isla.
Con esto finaliza este atípico relato. Como hemos dicho ya, Nueva York es una de nuestras ciudades favoritas de todas cuantas hemos visitado por el mundo. Nos encantan sus edificios, sus barrios tan dispares, su cultura, la enorme cantidad de cosas que hay para hacer… Por estos y otros motivos, es una ciudad a la que volveremos cada cierto tiempo. Así podremos ver cómo va cambiando.
Por último nos queda Staten Island. En este distrito estuvimos en nuestro primer viaje. El trasbordador que conecta Manhattan con Staten Island es gratuito, y nosotros aprovechamos una tarde esta circunstancia para subirnos y poder ver un poco más de cerca la estatua de la Libertad, pues sabíamos que la excursión a la isla donde se encuentra este monumento no vale la pena. Así que ese trayecto de ida y vuelta hizo que, aunque por poco tiempo, pusiéramos los pies en esa isla.
Con esto finaliza este atípico relato. Como hemos dicho ya, Nueva York es una de nuestras ciudades favoritas de todas cuantas hemos visitado por el mundo. Nos encantan sus edificios, sus barrios tan dispares, su cultura, la enorme cantidad de cosas que hay para hacer… Por estos y otros motivos, es una ciudad a la que volveremos cada cierto tiempo. Así podremos ver cómo va cambiando.