Rumania
CuriosidadesVarias y diversas fueron las cosas que nos llamaron la atención durante los once días que duró nuestra ruta por Rumania. La primera, y antes de partir, fue que está aceptado escribir tanto Rumania como Rumanía. Como somos un tanto snobs, nos hemos decantado por la versión sin tilde para nuestro relato.
Una vez en el país, lo primero que salta a la vista es la gran cantidad de perros callejeros que hay a lo largo y ancho del país. En algún foro leímos que había que tener cuidado con dichos animales, pero la verdad es que en ningún momento tuvimos miedo de ser atacados. Más bien infunde lástima ver a estos animales buscando desesperadamente algo de comer. Y ya que hablamos de animales, en la zona de Maramures, al norte del país, era muy habitual ver rebaños de ovejas en medio de la carretera, o gallinas en el arcén. También vimos algún que otro burro. Por supuesto, la tradición no está reñida con las nuevas tecnologías, como podemos ver en la siguiente fotografía, en la que un pastor de ovejas está absorto con su móvil.
En las carreteras también era muy habitual encontrarse carros tirados generalmente por caballos, aunque alguno vimos empujado por mulas.
En algunas poblaciones o municipios los carros y los tractores tenían prohibida la entrada, suponemos que para facilitar el tráfico. Claro que en Rumania, el índice de personas que respetan las normas de circulación es más bien escaso.
En las carreteras de Rumania todavía se usa el característico mojón que teníamos en España y que ha sido desterrado. Aquí vemos una muestra de algunos de los que fotografiamos.
Nos dio la sensación de que en Rumania deben tener una industria maderera muy importante, ya que por todas partes encontramos camiones repletos de madera y descomunales fábricas llenas de palés a rebosar.
Parte de esa madera se usa para construir curiosas puertas de entrada a las casas en muchos pueblos, como se muestra en las fotos siguientes.
Por todo el país encontramos gente que hablaba español. En la pequeña encuesta que hicimos, nada significativa, este hecho venía motivado por dos razones: estaba la gente que había venido a España a trabajar y que se volvió a Rumania cuando la cosa se puso fea; y luego estaban los adictos a las telenovelas: como las ponen en televisión en versión original con subtítulos, mucha gente ha aprendido español de este modo.
En las ciudades también encontramos cosas curiosas. Por ejemplo, encontramos muchas lobas romanas muy similares a la que hay en Roma, suponemos que para confirmar el compromiso de Rumania con el mundo e idioma latinos. También encontramos en muchas ciudades multitud de agrupaciones de partidos políticos. De todos es sabido que los partidos tienen sus sedes, pero por el motivo que sea no suelen estar en zonas de tránsito de turistas.
Continuamos esta sección con unas imágenes de uno de los platos más curiosos que comimos en Rumania: ciorba di fasole in paine, o sopa de judías servida en pan.
En Rumania la gente es bastante creyente. Prueba de ello es que cada pueblo, por pequeño y perdido que esté, tiene al menos una iglesia. Exentas del significado religioso, en general las iglesias son edificios bastante bonitos. Aquí tenemos una sucesión de unas cuantas de las que nos fuimos encontrando en nuestro camino.
Y terminaremos en la capital, al igual que nuestra ruta. En primer lugar un par de imágenes del conglomerado de cables que era fácil encontrar en Bucarest. Después, un objeto que encontramos paseando. La revedere!
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